“Pero, de acuerdo con su promesa,
nosotros esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde la justicia está en
casa”.
Habiendo servido durante cinco
años como misionero del Proyecto “RECONCILE”, una organización en pro de la paz
en Sudán del sur, sé que las personas envueltas como pacificadores toman muy
seriamente estas palabras del apóstol Pedro. Enfrentando la “fealdad” de la vida, como son
los conflictos étnicos, la violencia doméstica, la usurpación de las tierras de
campesinos indígenas, ellos esperan de todo corazón por el día en el que el “león
descansara junto con el cordero”.
Mis colegas africanos en RECONCILE
no desean simplemente el que Jesús venga y cambie todo para bien – como seguramente
Él lo hará. Ellos escogieron enfrentar,
antes que evitar, la fealdad. Ellos creen firmemente que el nacimiento de
Cristo ha anunciado el Reino que es “aquí, pero no todavía”. A causa del prorrumpir
del Espíritu Santo en Pentecostés, ellos confían que el Espíritu de Dios los ha
facultado con la fuerza, la sabiduría y la gracia para trabajar valientemente
en asuntos de reconciliación, los derechos humanos y la rehabilitación
psicosocial. El personal de la misión,
los Reverendos Nancy y Shelvis Smith-Mather, juntos con los colegas de RECONCILE,
procuran compartir la esperanza que impregna el Niño Jesús en un lugar, añorando la paz desesperadamente.
ORACION
Dios Amable, permanece con el
personal de RECONCILE y los Reverendos Smith-Mather, facúltalos con Tu Espíritu
Santo mientras trabajan por la paz y la justicia en el nuevo país de la
República de Sudán del Sur. Amén.
Rev. Debbie Braakmsa, Coordinador del Área de África de la IP,
Louisville, Kentucky
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