Léase Isaías 7:10-25
En una de nuestras conversaciones con los niños que deambulan por las calles de Manila, les pedimos que dibujaran en un plato grande de papel la comida que querían comer durante la Noche Buena (una comida tradicional filipina en la víspera de Navidad). Queríamos saberlo para tratar de cocinar la comida para ellos. En un principio, esperábamos que dibujaran platos de comidas caras y sofisticadas. Nos sorprendimos al ver su sueño de la cena de Noche Buena: huevos fritos, arroz con ajo, vegetales cocidos, tuyo (pescado seco), estos eran alimentos simples y comunes a las familias más pobres. En el borde de los platos ellos dibujaron a sus padres y hermanos. A pesar de su pobreza, los niños encontraron que los alimentos sencillos y estar con sus familias era una fuente de alegría en Navidad.
Al igual que los niños deambulantes de las calles de Manila, Isaías nos invita a mirar a los retos que enfrentamos desde una nueva perspectiva. El no aconsejo al rey Acaz a para preparar las lanzas y espadas, sino a pedir una señal de Dios. La respuesta a todos sus miedos y preocupaciones es un niño que va a traer la salvación y la paz a su tierra. En medio de los abrumadores problemas, nosotros también tenemos miedo. Peor aún, somos conscientes de que no sabemos lo que depara el futuro. Pero descansamos seguros de que la promesa de Dios se ha cumplido - Emmanuel - Dios está con nosotros y siempre estará con nosotros.
ORACIÓN
Ayúdanos, oh Dios, a recordar siempre que a través de Emmanuel tenemos una relación indestructible contigo y que nada, absolutamente nada puede separarnos de Tu amor. Amén
Lei Garcia-Beshi; Iglesia Unida de Cristo en las Filipinas; Ciudad de Mandaluyong, Filipinas; Pacificador Internacional en 2004 y 2005.
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