martes, 21 de diciembre de 2010

Diciembre 20

Léase Lucas 1:5-25

Cuando Lucas emprendió la tarea de escribir "un relato ordenado" (v. 1) de la vida y ministerio de Jesucristo, no comenzó con el nacimiento de Jesús. Lucas comenzó la "historia de Jesús" con los padres de Juan el Bautista: Zacarías e Isabel.

Nosotros no elegimos a nuestros padres, pero si tuviéramos la oportunidad, muchos de nosotros hubiéramos elegido Zacarías e Isabel. Ellos eran justos, perfectos, vivían de acuerdo a los mandamientos del Señor (v. 6), y eran agradecidos (v. 25).

Un ángel que llevaba a cabo el decreto de Dios vino a ellos para anunciarles una misión monumental: su hijo, que vendría a ser conocido como Juan el Bautista, fue escogido “para preparar la gente para la llegada del Señor” (v. 17) Esas palabras envuelven un gran significado. Los líderes y gobernantes en esos días viajaban a menudo por zonas donde no había caminos y a estos los precedían un equipo de trabajadores que iban arreglando y suavizando los lugares ásperos del camino para que el carro del gobernante pasara apaciblemente. Este iba a ser la tarea de Juan el Bautista.

Las vidas de Zacarías e Isabel son vidas que podemos emular y transmitir a las generaciones futuras. Al igual que Juan el Bautista, podemos preparar los corazones y las vidas de otros para que también puedan conocer a Jesús el Cristo.

ORACIÓN

Oh Señor, a menudo nuestro mundo se vuelve tan ocupado que no escuchamos los anuncios de los ángeles. En esta época de Adviento, ayúdanos a abrir nuestros corazones para escuchar y luego vivir una vida que puede ser de testimonio a los demás mientras se preparan para recibir al Salvador. A través de Jesús Cristo, El que vino y vendrá. Amén.

Rev. James Foster Reese, Fundación Presbiteriana, Cherry Hill, Nueva Jersey

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