sábado, 25 de diciembre de 2010

Diciembre 24

Léase Lucas 2:1-20

“¡Gloria a Dios en el cielo, y paz en la tierra para todos los que Dios ama!” (Lucas 2:14)

Cuando niño de esta frase de esta versión de Lucas de la historia de la Navidad era una de mis favoritas. Cada vez que escuchaba este antiguo texto leído en la víspera de Navidad, me sentía acogido y seguro en el mundo, lleno de buena voluntad hacia los demás y contento de estar vivo. Me sentía parte de un mundo donde Dios no tiene favoritos y la vida no es un concurso entre "nosotros" y "ellos." Me encantó la inclusión de la misma, el hecho de que nadie quedaba fuera. Hoy en día esto sigue siendo para mí la chispa de luz en el corazón de la historia de la Navidad y la buena noticia de las enseñanzas de Jesús. Sin embargo, como adulto también he experimentado la mala noticia de que cuando los seres humanos se sienten amenazados, tendemos a plasmar el mundo como campamentos de ellos y nosotros, y luego buscar chivos expiatorios, convencernos de que Dios está de nuestro lado, y demonizar al otro, lo que justifica toda clase de atrocidades. Testigo de las Cruzadas, la Inquisición, las cacerías de brujas, la esclavitud, el Holocausto, los campos de exterminio, y el 9/11, así como la retórica violenta que crea las chispas y el combustible de horrores como estos. Jesús mismo fue una víctima de estas chispas que encienden fácilmente dentro de nosotros cuando nos sentimos amenazados, como muchos se sienten hoy en día. En esos momentos quizás el acto de establecimiento de la paz es sobre todo, acerca de la elección de que hogueras alimentaremos en nosotros, nuestras comunidades y nuestro mundo.

ORACIÓN

Dios misericordioso, al celebrar el nacimiento del Príncipe de la Paz, ayúdanos a realizar Tú promesa de una vida abundante para todos, y que no dejemos a nadie fuera de esta mientras nos guías por tus caminos de paz y justicia. Amén.

Donnna Miller (reflexión), miembro del Programa Presbiteriano de Paz, 1987-1999; Rev. Philip Woods (oración), Secretario Ejecutivo del Programa de Misión del Concilio Mundial de Misión, Londres, Inglaterra

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